Hay libros que se ponen de moda y hay modas que impulsan la venta de cierta clase de textos, cuya revelación se difunde durante un par de años hasta que se consolida o simplemente no resiste el paso del tiempo.
Ahora bien, si se trata de un best seller mundial que propone nuevas estrategias, podríamos inferir que estamos ante uno de esos libros con la fuerza suficiente para señalar un antes y un después.
Pero resulta que muchos de nosotros hemos leído un best seller mundial (y tres también) que presenta obviedades bien organizadas y entonces parece que llegó la hora de comer pasto porque millones de vacas no pueden equivocarse.
La Estrategia del Océano Azul ha vendido más de tres millones y medio de ejemplares y va siendo hora de averiguar si no es más que un gran charco de agua. ¿Estamos ante un libro de referencia como lo fue en su momento Estrategia Competitiva de Michael Porter? Sus autores, el coreano Chan Kim y la americana Renée Mauborgne, dicen que todavía es prematuro saberlo. Ambos son profesores de estrategia en la prestigiosa escuela de negocios Insead y aseguran que nuestra obsesión por los competidores es un derroche de energía fenomenal.
La Estrategia del Océano Azul es un libro que no se entiende sin el océano rojo, esa masa gigante del líquido elemento en donde la lucha por vender lo mío para dejar lo tuyo en la estantería es abrasiva y feroz.
¿Tenemos que competir un poco menos y pactar un poco más?
No, al parecer la solución está en dejar a los clientes tranquilos y centrarse en aquellos que no lo son, sencillamente porque no forman parte del mercado. Es decir, buscar esos espacios sin explotar que pueden tener un crecimiento importante.
Lo entiendo, esto puede resultar una de esas propuestas teóricas que los consultores mediáticos disparan buscando hacer diana en su comunidad intelectual y otros rincones académicos.
Pero también puede tratarse de una visión distinta.
Estamos muy acostumbrados a utilizar a la competencia como un punto de referencia ineludible y a seguir las reglas de juego establecidas.
Ahora bien, ¿las empresas modernas tienen que hacer algo más que competir? ¿Vamos a seguir personalizando productos para intentar diferenciarnos?
La Estrategia del Océano Azul propone un enfoque distinto y ofrece una cantidad interesante de ejemplos, además de las bases de una metodología al alcance de no tan pocos. Hacer la prueba con aquellos que todavía no son clientes nos puede enseñar mucho más de lo pensado.
¿Estamos a tiempo?
| Autor: Chan Kim – Renée Mauborgne
| Editorial: Profit, actualización 2015
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