Tenemos un problema: Putin existe y dirige un régimen totalitario con un tipo de ser humano, el Homo Sovieticus, sobre el cual descansa su estabilidad.
Desde la Rusia zarista hasta la caída de la URSS, Moscú ha dominado alternativamente a una serie de países que no lograban conservar su independencia. Ya en el año 1937, la propaganda aseguraba que “En el centro de la poderosa familia de pueblos de la URSS se yergue el gran pueblo ruso, ardientemente amado por todos los pueblos de la URSS, el primero entre sus iguales”.
Entonces llegó un señor llamado Gorbachov y puso en marcha una reforma económica (y política) conocida como Perestroika…y la Unión Soviética comenzó a perder apresuradamente sus costuras. Fueron las tres repúblicas del Báltico las valientes impulsoras de un cambio descomunal, cuando el 23 de agosto de 1989 (aniversario del pacto Hitler-Stalin que las dejó en manos de la URSS) organizaron una cadena humana de dos millones de personas exigiendo el fin de la ocupación. La Unión Soviética se desintegraba y poco a poco todo dejó de funcionar. Había que encontrar una salida hacia el futuro para una sociedad totalitaria.
El futuro es historia es un libro imprescindible y fascinante para entender la Rusia de hoy, contando la vida actual de personas sencillas, esas que trabajan y van a la panadería todos los días.
Masha Gessen es una periodista rusa de 55 años que nos ofrece un buen análisis de un país moderno que no tiene sociólogos, psicólogos o filósofos, liderado por un Vladimir Putin que desmontó pacientemente cualquier mecanismo democrático, para crear en su lugar una militocracia que convierte el odio hacia los americanos en una tradición política y social soviética, recordándole al mundo que la Rusia de hoy es todavía una “prima inter pares” en su antiguo territorio. Ucrania y su angustia es el último ejemplo.
Posdata: ¿Cómo se articula una sociedad totalitaria?
Por medio de un contrato social con el cual la mayoría de la gente estará a salvo de la violencia, siempre que se mantenga dentro de ciertos limites y asuman parte de la responsabilidad de mantener a los demás dentro de esos mismos límites, que cambian para producir un estado de constante flujo e inconsistencia.
| Autor: Masha Gessen
| Editorial: Turner, 2017
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